Chillán

Gobernador de Ñuble por aplicación Uber: “Es ilegal, debe ser perseguida y sancionada”

El gremio de taxistas de Chillán se reunió con el seremi de Transportes, César Arriagada, el gobernador Álvaro Miguieles y Carabineros con el objeto de buscar mayores medidas de fiscalización para el servicio Uber, que según los taxistas les ha generado merma económica de un 70%.

El presidente del gremio local, Héctor Aedo, que agrupa a unos 400 taxistas de El Libertador, Los Héroes, FamiliaAmigos, Chillán y FlotaAmiga.

“La mayoría de los colegas que trabaja de noche, que no son dueños están dejando de trabajar en taxi porque esta situación nos superó”. dijo Aedo.

Miguieles calificó a la popular aplicación como “ilegal que debe ser perseguida y sancionada, en ese aspecto no nos vamos a perder. Vamos ejercer una fiscalización más eficiente respecto del comercio ilegal del transporte de pasajeros”.

A su vez, el seremi Arriagada, señaló que tanto Uber y Cabify son aplicaciones que ofrecen servicios de transporte público “con vehículos que no están autorizados por el Ministerio, son piratas y ponen en riesgo la integridad física de las personas que se trasladan en estos vehículos”.

“La idea es generar una coordinación fina y hacer un llamado a los vecinos que prefieran la oferta de transporte público formal, porque los taxistas formales tienen licencia profesional, son vehículos que poseen dos revisiones técnicas al año, fáciles de identificar”, apuntó Arriagada.

Ante denuncias de cobro inadecuado de taxistas en tramos de 4 a 5 cuadras en que no se enciende el taxímetro, Aedo dijo que “Chillán es una ciudad especial, porque la gran mayoría de los taxis labora en cuatro grandes empresas y eso facilita que los usuarios hagan un reclamo directo a las empresas”.

Según Aedo, no están por que Uber desaparezca, “nosotros queremos una fiscalización real y que todos trabajemos bajo las mismas normas, y ahí veremos si ellos pueden mantener el precio que tienen, porque a mi me exigen dos revisiones técnicas al año, control de taxímetro que cuesta 400 mil pesos, licencias profesionales, revisión por parte de la municipalidad. Aunque yo trabajara a pérdida yo no podría igualar las tarifas de estas aplicaciones. Nosotros somos simples trabajadores no tenemos los medios como para andar regalando a la ciudadanía seis a siete viajes gratis, tendría que vender el auto”.

Agregó que en Hungría Uber y Cabify trabajaron 4 años, los regularizaron legalmente y tuvieron que irse. Y en China estuvo cuatro años, no tributaron y se fueron cuando los empezaron a fiscalizar.