Candidato imputado: Piñera parte campaña con discurso de derecha dura y se aleja del centro
El ex Presidente se mostró diferente al postulante de 2010, más cerca de los votantes ajenos al sector que le dio el triunfo. Ahora, de cara al electorado que lo debe ratificar en la primaria de la oposición, centró su discurso en ellos. Aunque anunció que separará «totalmente» sus negocios de la política, no detalló la forma en que lo hará en la práctica.
El acto de campaña de Sebastián Piñera llevó varios días de preparación y desde las 19:30 horas empezó con una aletargada intervención de su primo y ex ministro Andrés Chadwick y luego con la participación de uno de sus principales activos: su esposa Cecilia Morel, que fue muy aplaudida por las 1500 personas en que se estimó la concurrencia.
Después y en medio de una gran expectación, llegó hasta el parque Quinta Normal Sebastián Piñera, que pocos minutos después de las 21:30 comenzó su discurso.
Pocas horas antes, se había revelado el primer eslogan de campaña «Buena Onda, Piñera Presidente 2018» y algo de razón tuvieron los votantes en redes sociales, que lo llenaron de críticas, porque en esta versión de Piñera, al menos de cara a la elección primaria de su sector, se mostró más duro que el candidato afable de 2010, que dio un golpe de efecto al tener, por ejemplo, a un activista homosexual como parte importante de su franja televisiva y en la campaña.
Ahora, Piñera después de la partida con agradecimientos de rigor, comenzó con un discurso muy vehemente contra el Gobierno y en directa alusión a su electorado más duro.
«El Gobierno de la Nueva Mayoría ha sido un muy mal Gobierno para Chile, los chilenos lo sabemos, lo sentimos y los sufrimos y digo esto con dolor, pero al mismo tiempo con convicción y con buenos argumentos. Chile ha perdido su posición de liderazgo, que con tanto esfuerzo habíamos conquistado en América Latina. Chile, la colonia más pobre de América Latina, había logrado una posición de liderazgo. Hoy desgraciadamente, mientras el mundo avanza, Chile se está estancando. Prácticamente no crecemos, no creamos trabajo, el deterioro de la calidad de los empleos es algo de todos los días. Los salarios y las pensiones se frenan. La inversión, el ahorro y la productividad, caen», dijo.
El panorama del país fue descrito como aún más sombrío. «La delincuencia, la drogadicción y el terrorismo, crecen. La calidad de la educación se estanca. La salud está en crisis y el Estado de Derecho se debilita. Pero hay algo mucho más preocupante. La creciente pérdida del sentido de unidad nacional, del principio de autoridad, de la amistad cívica entre los chilenos», expresó.
El ex Presidente continuó con sus críticas estructurales al Gobierno. «Sin duda, la retroexcavadora, ha hecho muy bien su trabajo de destruir sin construir nada, y al quitarles los patines a nuestros estudiantes, también les arrebataron parte de su futuro. Sabemos que la Nueva Mayoría prometió regalarnos el presente, pero la verdad es que nos está arrebatando el futuro».
Piñera no eludió las querellas que lo mantienen imputado por un posible delito de negociación incompatible. El ex Mandatario llamó a esto una campaña «sucia y a veces canallesca», de la que él y su familia han sido víctimas.
Hacia el final del discurso, que se extendió por cerca de 40 minutos, abordó el tema de sus negocios. «Como candidato, si soy elegido, cumpliré estrictamente con la letra y el espíritu de la ley que el Congreso acaba de aprobar, además no participaré en la gestión y administración de ninguna empresa», aseguró.
«Tomaré todas las medidas que sean necesarias para separar mi rol de Presidente y separar cualquier interés por legítimo que sea», pero sin entregar detalles de cómo lo hará, afirmando que los anunciará en otra oportunidad.