Rusia suspende actividad de los Testigos de Jehová por considerarles «extremistas»
El Ministerio de Justicia de la Federación Rusa ha suspendido las actividades de los Testigos de Jehová en el país, por considerarles «extremistas».
El Tribunal Supremo decidirá la primera semana de abril si prohíben la práctica al culto en el territorio, proscribiendo a una religión que ya fue perseguida en Europa por el nazismo, debido a su pacifismo e internacionalismo.
La Asociación Cristiana Testigos de Jehová de Chile mostró su indignación con la decisión y mantiene que “en todo el mundo se nos conoce por nuestras actividades pacíficas. Bajo ninguna circunstancia participaríamos en alguna acción que pudiera interpretarse de forma legítima como extremista o criminal”. Los testigos de Jehová “podrían ser procesados simplemente por reunirse para adorar a Dios, leer la Biblia en grupo o hablar con sus vecinos acerca de sus creencias”, señaló el colectivo en nuestro país.
El portavoz de la comunidad en Rusia, Iván Belenko, citado por radio Bío Bío, explicó que los más de 170.000 seguidores que practican el culto en el país pueden sufrir graves consecuencias, ya que aplican con ellos la “Ley federal contra Actividades Extremistas” por considerar “que algunos de nuestros libros y discursos están en la lista de literatura extremista que existe acá”.
Rusia, que durante décadas de régimen soviético fue un estado oficialmente ateo, es hoy un país mayoritariamente cristiano, en donde la mayoría de las personas pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Rusa, religión histórica del estado y de la Casa Real, y que sigue contando con enormes cuotas de poder. Sin embargo se reconocen a otras «religiones tradicionales», como el judaísmo, el Islam y el budismo, a las que se les concede protección oficial y derecho a predicar y practicar la fe públicamente. Los Testigos de Jehová quedan fuera de dicha definición.
La decisión posee un trasfondo que preocupa a las asociaciones que luchan por los Derechos Humanos, ya que en los últimos años el país intensificó las restricciones del derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
El pasado 7 de julio, el país aprobó una serie de reformas de la legislación contra el extremismo conocidas como «Paquete Yarovaya”. Una de ellas prohíbe cualquier tipo de actividad misionera fuera de las instituciones religiosas especialmente designadas para ello, osea, la Iglesia Ortodoxa Rusa, el judaísmo, el Islam y el budismo.