El fervor popular que despierta el «Cristo Pobre» de Minas del Prado
Cerca de 1500 personas llegaron durante el día hasta el sector Minas del Prado en Coihueco para visitar al “Cristo Pobre”, figura de madera que cada Viernes Santo despierta un gran fervor popular.
La historia nace hace alrededor de 250 años atrás, cuando dos hombres españoles llegaron hasta una ruca del sector para pedir alojamiento. La dueña del lugar los atendió y al momento de retirarse los visitantes le pidieron guardar un encargo, el que nunca regresaron a buscar.
Tras unos días la mujer decide abrir el encargo y encuentra al interior la figura de un hombre en madera, la que se asemejaba a la imagen de Cristo.
“La mujer decide cuidar esta figura, la pone en un altar y le hace ropa, porque cuando lo encontró estaba desnudo. De ahí el que sea considerado un Cristo Pobre”, comenta Yuli Oviedo, integrante de la familia que los últimos 30 años ha tenido la figura en su hogar.
Sobre la historia agrega que posteriormente, tras un altercado con unos vecinos, esta mujer descubre que la imagen es milagrosa.
“Unos hombres, que tenían muchos terrenos y animales, le pidieron prestada la figura para verla, luego ella se da cuenta que estaban jugando a la chueca con el cristo y que le habían roto las piernas, debajo de la rodilla. Llorando ella busca la figura y le pone las piernas y estas milagrosamente se pegan. Al otro día todos los animales de quienes rompieron el cristo amanecieron muertas”, comenta Yuli.
Desde ese día comenzó el fervor popular por la figura, la que tiene su peak cada Viernes Santo, cuando cientos de personas llegan desde distintos lugares hasta Minas del Prado, para agradecerle al cristo por favores concebidos y para pedirle que cuide a sus familias y les ayude con las cosechas.
“Yo le tengo mucha fe. Este año vine a agradecerle porque yo estaba en silla de ruedas y un amigo hizo una manda por mi y pude volver a caminar. Me había dado un virus que hizo que se me secaran los músculos y en menos de seis meses pude recuperarme gracias al Cristo Pobre”, manifiesta Héctor Santiago Aguilera, oriundo del sector Chilingue, quien llegó acompañado de amigos y familiares.
Rosa Araya Venegas es otra de las personas que le tiene fe al cristo, tanto así que le escribió una canción.
“Siempre le he pedido por mis hijos y me los ha protegido, por eso le hice una canción como agradecimiento. Acá la fe mueve montañas y yo creo mucho en él y en Dios”, manifiesta.
Cabe señalar que muchos podrían asociar al Cristo Pobre con la creencia católica, sin embargo no existe relación, ya que la iglesia no considera la figura de madera como parte de su fe.