CNA-Chile entregó información sobre instituciones acreditadas en el país
En enero de 2019, la Comisión Nacional de Acreditación, actualizó el listado de instituciones acreditadas, destacando la vigencia de ellas, la incorporación voluntaria a sus sistemas y las directamente no acreditadas. El proceso es vital para elegir una institución con cobertura de beneficios estatales.
En agosto del año 2018, la CNA-Chile, en el marco del cumplimiento de su misión y propósitos institucionales, puso a disposición de la comunidad el segundo número del Barómetro del Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior, instrumento que se hace necesario consultar por estos días en que jóvenes de la región buscan la mejor opción para cursas sus estudios superiores. En esa línea, si la opción es una institución técnica, el mercado es acotado en cuanto a acreditación y digno de analizar.
El segundo Barómetro del Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior, “es el primer instrumento oficial y público que entrega un panorama actual de la acreditación en Chile. El 92% de los jóvenes estudian en ellas. Un total de 24 instituciones no están acreditadas, 31 están fuera del sistema (lo que significa que no ha iniciado proceso de acreditación con la CNA) y cuatro corresponden a instituciones estatales creadas recientemente (Universidad de O’Higgins, Universidad de Aysén, Centro de Formación Técnica del Maule y Centro de Formación Técnica de la Araucanía)”.
En Chillán entre las casas de estudio acreditadas en Ñuble se encuentra Santo Tomás. Su rector, José Luis Franco Montaña señaló que “La acreditación es pregunta frecuente de nuestros nuevos estudiantes y es también parte de la información que nuestros profesionales de apoyo al proceso de admisión manejan también, pues la acreditación es primordial al momento de postular a beneficios sociales para financiar su carrera”.
Las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica autónomos pueden someterse voluntariamente a acreditación institucional, proceso cuyo objeto es evaluar el cumplimiento de su proyecto corporativo y verificar la existencia de mecanismos eficaces de autorregulación y de aseguramiento de la calidad, así como propender al fortalecimiento de su capacidad de autorregulación y al mejoramiento continuo.
La acreditación será obligatoria para todas las instituciones desde el 2020, según la nueva Ley de Educación Superior.
